Requiem a la noche
Las dos niñas se hallaban curioseando por la casa. Su padre al igual que cada día se había encerrado dentro de su estudio, seguían la regla de oro; "Cuando papi entra en su cuarto no se hace ni un ruido". Años viviendo con esto ya las tenia acostumbradas. La hermana pequeña camina muy suave y la mayor se acostaba en su cama. Siempre mientras escuchaban la música de piano que el cuarto emanaba.
Una mañana el padre en su intriga por encontrar la nota perfecta no cerró el estudio. La hermana chica en su curioso afán entro a ver el interior del cuarto. Corrió de regreso hacia su hermana a contarle lo visto aquel día.
-La música del piano no aparece, el la crea!!!
No sabia aun como controlar la palabra "Compositor musical" era muy joven para entenderlo. Pero si algo sabía, era cómo iba a pasar su vida. El piano fue su pasión, horas practicando, sentada bajo el compás de las notas.... Quería alcanzar aquella melodía que tanto la había inspirado.
La luna teñía la habitación, en la azulada pasividad su música era lo único escuchable. Desde sus finas manos se podía ver el canto de los ángeles. Escuche esas notas que calaban en las paredes invitandome a acompañarla. Me halle enamorada de aquella melodía que acariciaba cada fibra de mi cuerpo... Me fui acercando sabiendo que ella no era ajena a mi presencia. Manteniendo siempre la regla de oro al guardar silencio. Me siento a su lado en el mismo banco donde nuestro padre solía tocar...
-Quería hablarte....
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