Los Santos Inocentes
Esta esfera ya no gira. Oh este viejo palacio olvidado, aveces ni siquiera apreciamos la presencia que nos das.
Sabes, esto siempre a sido así, mi inconformismo con la horrible situación está justificada en aras de la historia. Veamos la edad media con sus retrocesos y escandalos, y analizemos algo atacado por la iglesia. El sátiro encarna la fuerza vital de la naturaleza, la sexualidad desenfrenada, la libido, la fertilidad, en suma, por eso a partir del siglo VI la iconografía cristiana lo fagocitó y lo representó como el diablo. Supongo que en más de una ocasión se han preguntado, como yo, por la coincidencia entre los dos personajes...
La primera vez que vi su imagen me impactaron sus patas de cabra. Luego cuando supe el sentido oculto en su figura no pude dejar de preguntarme. ¿Porque se le personificó los deseos concupiscentes de la sociedad? lo salvaje simbolizó la sexualidad desordenada que es oscuramente deseada. Ahora sabes por que el diablo se volvió su rostro...
Y es que la iglesia es una perra, pero una experta en el arte del disfraz... Conocen el crimen, pero en pos de una imagen escupen al atropello que ellos mismos también cometen. Y es que el nombre de lucifer ni siquiera es siniestro. Lucifer, ‘lux’ y ‘fero’, el que lleva la luz, connota otro significado: el que se opone a la tiranía del dios judeocristiano, base de los grupos luciferinos que no buscaban, como se cree, acciones deliberadamente maléficas. El razonamiento del que partían era: ese dios es responsable de la muerte y el sufrimiento del mundo, combatámoslo.
La base esférica en la que vivimos esta podrida. Pero lo ha estado desde que el ser humano existió. No todo es horrendo, admitámoslo, como así no todo es bonito. Pero la religión en si no es más que otras de esas tantas utopías que la gente cree debido al boca a boca. Lo fuerte del asunto es que la gente ahora despierta del frío letargo y ven las cosas bajo el peso aplastante de una realidad gris.... Criticando todo bajo el yugo cada vez más ligero de la religión...
Inspirado en Historia de María Luisa Arnaiz
Comentarios
Publicar un comentario