El Viejo



El anciano estaba de pie frente a la ventana, sus ojos penetraban en mi inconsciente. Lo veia cada dia y pese a todo necesite semanas para atreverme a hablarle. 

El lugar siempre fue la sombra de un pasado mejor. El enigmático señor vivía en un gran edificio que te hacia preguntar, si de verdad vivía solo en un lugar tan grande. Llegue a la ubicación de aquella intrigante ventana. Toque la puerta aun dudando de mi propósito.  

La madera se oyó aullar desde el interior, poco a poco acercándose a la puerta. Me paralice de miedo al ver aquella cara... ¿Que debo decirle?

(...)

Entre sin eco de queja en boca del hombre. El ambiente era silencioso, tosco y sin ruido. Mi cerebro al fin reacciono y solo hizo que el instante se incomodara.

-Hola

-Disculpe...

Me despierto en mi cama y entiendo que no existe. Me levanto y arreglo, miro por la ventana y observó al chico que todos los días pasa por la calle de enfrente. Mi mirada es siempre enigmática. ¿Que es lo que veo? 

El lugar seguía en silencio tan solitario como siempre. Al tiempo vuelvo a mi cama, veamos al hombrecito de nuevo.

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