INTRUSO

El lugar parecía estar completamente abandonado. Algunos rayones en las paredes por aquí y allá, y unos cuantos escombros tirados alrededor de todo el piso fueron la única evidencia, que Mateo pudo hallar al momento de entrar en aquella estructura, que atestiguaba un pasado mejor... El lugar era una porquería, el olor a descomposición se te impregnaba en la nariz como si fuese lo único percibible en aquel lugar. Las cucarachas y un montón de insectos pronto se lograron divisar en una de las plantas más bajas, si bien todo el edificio estaba rodeado de ellos, fue en aquel lugar, en donde guardaban los desechos que encontró una verdadera plaga. El joven tubo que contener una arcada, pues por poco y vomita, viendo como unos gusanos colonizaban el trozo en descomposición de lo que antes fue carne... Escenas así, y otras muchas, se lograron ver al rededor de todo el hospital abandonado. La curiosidad inicial de Mateo, por ver que había de rescatable en aquel lugar, se fue apagando de forma muy rápida... 

Al cabo de lo que el estimo fueron unas dos horas de recorrido, el joven se hallaba en una de las plantas más bajas del lugar, con la pronta idea de irse y no volver jamas. Nunca fue un chico aventurero, todos lo conocían más bien, como alguien introvertido y muy solitario. Y no podía dejar de sentir que aquel capricho suyo, de adentrarse a este lugar, fue una perdida de tiempo... Fue entonces que el joven logro oír sobre su cabeza, un sonido leve pero perceptible, que se movía en dirección hacia donde el estaba. Se calmo un poco he intento racionalizarlo. ¿Un temblor? que estupidez, el único lugar que veía moverse era el techo del pasillo en el que se encontraba, por lo que más temprano que tarde, supo que alguien se hallaba caminando en la planta superior. Al poco sintió como aquellas pisadas se fueron alejando cada vez más, pero su curiosidad, que quizás no era si no una tapadera para el miedo que sentía, lo hicieron correr al lugar en donde percibía que aquellas pisadas se dirigían... 

Finalmente logro ver al responsable, en uno de los huecos rotos de uno de los tejados, pudo divisar a un hombre muy gordo, y desaseado, y que además, poseía una muy notoria calva en su cabeza... Cualquiera que lo viera en la calle, pensaría que era un pedofilo o algún tipo con serios problemas mentales... ¿Que sala era esa? Mateo no  lograba reconocerla, pues se hallaba oculto tras el boquete del tejado para que el hombre, no hiciera alarde de su presencia... Por lo que más temprano que tarde, el hombre agarro una vieja silla, y se sentó en una de las mesas... El joven estaba expectante al ver lo que haría, la duda lo mantenía atento a cada pequeño movimiento que pasara en aquella planta... Hasta que finalmente vio una escena, que en sus propias palabras, fue más asquerosa que todos los insectos encontrados... El hombre saco una foto de su bolsillo, que al instante desencadeno que se bajara los pantalones, y decidiera contentar a su amiguito. En eso estuvo en todo momento. Hasta que finalmente un chorro viscoso de semen salio disparado hacia una de las paredes, o eso supuso el joven, viendo todo desde donde estaba... 

Finalmente luego de todo el show, vio como escribía algo detrás de la foto, depositandola en esa misma mesa en la que se había masturbado. La curiosidad era muy fuerte, y toda la escena lo había dejado muy sorprendido, pero espero a escuchar los pasos alejarse, para entonces comenzar a hacer algo. Lo pensó un poco eso si, para determinar por donde iba a subir. Por un lado podía darse toda la vuelta hacia la escalera de emergencia, que lo dejarían en el lado contrario a donde había oído que se dirigieron las pisadas, y por el otro, siendo el camino más corto. Podría volver por donde había venido pudiendo tomar la escalera de servicio... Era la opción más rápida, y que lo dejaba justo en frente del lugar en donde había ocurrido todo... Pero el joven no era tan tonto como para tomar tal riesgo... Tomaría el camino largo, pues la sola idea de encontrarse con ese sujeto era motivo suficiente como para no pensarlo. Finalmente, luego de todo el trayecto, y de haber ocupado su orientación para hallar el cuarto, fue que pudo observar, que el lugar era nada menos que la peluquería, que curiosamente, se hallaba a un lado de la margue. En un principio le pareció extraño, ¿Pues quien carajos pone una peluquería dentro de la sala de los muertos?. Pero en fin, decidió pensar que aquello fue el resultado de un arquitecto con mucho humor negro. Lo importante era sin embargo, que la foto se hallaba ahí, puesta tranquilamente en una de las mesas del cuarto, y te la pongo en pantalla.

El repudio y el asqueo que sintió, no tanto por la foto, si no que por pensar que alguien, se podía exitar con eso, fue tan profundo. Que no logro aguantar más tanta repulsión interna, y ahí mismo comenzo a vomitar... Finalmente comenzo a girarla, para ver el mensaje que el sujeto había escrito detrás. Y se le heló la sangre al ver lo que contenía.

«Se que estas viendo. Espero que el show, te haya entretenido»